Sicilia oriental y lugares imprescindibles
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La Sicilia oriental nos espera con sus increíbles atracciones. ¿Por dónde empezamos?
Por las gradas del teatro griego deTaormina, ¡naturalmente! Tras admirar uno de los paisajes más bellos de Sicilia, damos un agradable paseo por las callejuelas de esta encantadora ciudad. Aquí nos subimos al coche, moto o bicicleta y partimos hacia las gargantas del río Alcantara.
Las gargantas, muy estrechas y gélidas, son un regalo para la vista y no representan peligro alguno, ni siquiera para los niños. En función de la época del año en que las visitemos, un baño frío podría ser un disfrute inesperado. Será maravilloso caminar por las gargantas con los pies en el agua o alquilar unas prácticas botas de goma en función de la época del año.
Las frías aguas del río Alcantara descienden directamente delEtna: ¡retomamos nuestro vehículo y partimos hacia el volcán activo más grande de Europa!
Las vías de acceso a los «cráteres de la cumbre» son dos: Etna Nord Linguaglossa y Etna Sud Nicolosi. Ambas laderas nos dan la bienvenida en un entorno montañoso para transportarnos en teleférico o autobús todoterreno hasta la boca humeante del volcán a 3000 metros. Aunque sin duda será una experiencia inolvidable, no debemos olvidarnos de llevar chaquetas y chalecos… ¡incluso en agosto!
Ahora descendemos desde la cima del volcán directos hacia el mar, aparcamos, cruzamos un pequeño puente y entramos en la isla de Ortigia, el corazón de Siracusa.
Dejamos de lado el mar por un momento, atraídos por la enorme belleza de los monumentos, iglesias, plazas y callejones de la ciudad de Arquímedes. Sin duda será difícil resistirse a su llamada mientras lo contemplamos tomando un café en uno de los numerosos locales con vistas a él.
Reanudamos el recorrido hacia Val di Noto rodeando la Reserva Natural de Vendicari que merecería un día de visita completo para observar el mar cristalino o las aves migratorias desde las cabañas.
Noto está justo al lado. Merece la pena dejarse seducir por esta ciudad reconstruida íntegramente con los estilos arquitectónicos del momento tras el devastador terremoto: un maravilloso barroco declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002.
¿Qué es este irresistible olor a chocolate? Estamos cerca de Módica, patria del prestigioso chocolate elaborado con una antiquísima receta azteca. Tras haber degustado las diferentes variedades de chocolate en una de las chocolaterías del centro, es hora de redimirse del pecado de la gula visitando la suntuosa y bellísima Duomo o iglesia principal.
Otra joya imprescindible que perderse es Ibla, el centro histórico de Ragusa. Curioseamos a pie entre la iglesia principal, las callejuelas, las iglesias, el «Círculo de conversación» y el hermoso jardín. Reconoceremos fácilmente algunos de los escenarios de «El comisario Montalbano».
Regresamos a la carretera que nos llevará al centro de Sicilia y hacemos una parada para admirar la escalinata de Caltagirone. Una sinfonía de variopintos azulejos artísticos, símbolo de la zona de la cerámica siciliana. ¡No podemos regresar a casa sin un recuerdo en la maleta!
Veamos, ¿a dónde podríamos ir ahora? ¡A Piazza Armerina! No todos los días se puede visitar la villa romana de una celebridad de la época de los césares, amante del lujo, del arte y de la buena vida que, por trabajo o placer, decide vivir en el centro de Sicilia.
No muy lejos, el sitio arqueológico de Morgantina nos brinda una puerta privilegiada al pasado. La famosa estatua de su diosa ocupa una estancia del rico museo que ilustra la historia de este sitio, desde la Edad del Bronce a la Época Republicana.
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