Qué hacer en Palermo en tres días
descripción
Una breve estancia en Palermo basta para enamorarse de una ciudad que guarda siglos de historia, aromas y contrastes únicos.
El primer día comienza con la Catedral, un monumento que atraviesa los siglos: construida en época normanda sobre una antigua mezquita, muestra hoy una mezcla de estilos que van del árabe-normando al gótico y al barroco. Muy cerca, el Palacio de los Normandos con su Capilla Palatina conserva los mosaicos bizantinos más brillantes del Mediterráneo, entrelazados con motivos islámicos y arquitectura románica. Paseando por la histórica calle del Cassaro, se encuentran los Quattro Canti, cruce barroco que representa las cuatro estaciones, los virreyes y las santas patronas, y la escenográfica Plaza Pretoria con su famosa fuente del siglo XVI. Para el almuerzo, las voces y aromas del mercado de Ballarò cuentan el alma popular entre arancine y panelle. Por la tarde, la calma del San Giovanni degli Eremiti, con sus cúpulas rojas, y un paseo por el elegante Jardín Inglés.
El segundo día se dedica al pulso de la vida cotidiana con el mercado del Capo, explosión de colores que evoca antiguas tradiciones árabes. Luego, el Teatro Massimo, el más grande de Italia, templo neoclásico de la ópera con una acústica impecable. Después de un almuerzo típico, la brisa marina acompaña el paseo por La Cala y el Foro Itálico. La noche se enciende en la Vucciria, entre puestos de pescado fresco y comida callejera, para terminar con un dulce cannolo y dejarse llevar por la animada vida nocturna.
El tercer día une misterio y elegancia: desde las evocadoras Catacumbas de los Capuchinos hasta el encanto de la Zisa, palacio normando con influencias islámicas. Luego, los deslumbrantes mosaicos de la Martorana, de azul profundo y oro bizantino. Para descubrir el rostro modernista de la ciudad, visita el Villino Florio y la Villa Igiea, joyas de la Belle Époque. El viaje culmina en Monreale, donde la catedral y el claustro, obras maestras arabo-normandas del siglo XII, dejan sin aliento.
Regresar a Palermo para un aperitivo al atardecer en una terraza panorámica es la forma perfecta de despedirse de una ciudad que enamora con cada detalle, entre historia, arte y vida cotidiana.
¡Comparte este contenido!
LOCALIZACIÓN
DURACIÓN
Tre giorni
Distancia
Dificultad
Lugares
Categorías
ALREDEDOR







