LA HISTORIA DE LAS CABEZAS DE MORO

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Símbolo de la sicilianidad en todo el mundo, las Cabezas de Moro esconden la historia noir de un amor abrumador.

Entre los souvenirs más buscados de Sicilia, las Cabezas de Moro (Teste di Moro)  son elegantes jarrones de cerámica pintados a mano y son el símbolo de la cultura y la artesanía siciliana en todo el mundo. Representan el rostro de un hombre con turbante, que evoca el Oriente, y el de una mujer con una corona. Ambos están adornados con joyas, flores y cítricos. Detrás de las Cabezas de Moro, también conocidas como Graste, hay una historia de pasión, traición, celos y venganza.

La leyenda cuenta que, durante la dominación árabe de Sicilia, en el barrio árabe de Kalsa (en el centro de Palermo) vivía una hermosa mujer que amaba cuidar las plantas en su balcón. Un día se fijó en ella un moro que se enamoró profundamente de ella. El hombre declaró sus sentimientos y los dos quedaron arrastrados por el deseo. Cuando la joven se enteró de que su amante habría regresado pronto a Oriente, donde lo esperaban una esposa e hijos, el «monstruo de ojos verdes» se apoderó de ella.

Enloquecida por los celos, sintiéndose humillada por la traición, la muchacha mató al moro mientras éste dormía. En un arrebato de violencia sin precedentes, le cortó la cabeza y la utilizó como jarrón, donde plantó un brote de albahaca, que regó con sus lágrimas y que, con el paso del tiempo, creció exuberante. El olor de la planta de los reyes (del griego Basilikos) despertó la envidia de los vecinos de la muchacha, que desde entonces encargaron los artesanos locales jarrones de cerámica con las mismas características que la Cabeza de Moro. La hermosa palermitana lanzó así una moda que que nunca deja de existir.

Según otra versión, las cabezas representan el amor imposible de una joven pareja. La chica era siciliana y de origen noble, mientras que su amante era un joven árabe: cuando fueron descubiertos, la familia de la muchacha castigó los dos con la decapitación.

Las cabezas fueron convertidas en jarrones y se colgaron como advertencia en un balcón. Eso explica porque, según la tradición, las cabezas de cerámica se realizan por parejas, en recuerdo de los dos jóvenes amantes asesinados. 

Ahora que conoces la historia de las Cabezas de Moro, no podrás resistir el encanto de poseerlas. Puedes comprarlas en cualquier lugar y en muchas versiones, en varios colores o en un blanco y negro. 

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